La Nación. Martes 2 de mayo de 2006. Es un secreto a voces que el horizonte de vida de las reservas de hidrocarburos en el país se acerca vertiginosamente: al ritmo de extracción de 2003, según la Secretaría de Energía de la Nación, sería de alrededor de 8 años para el petróleo y de diez para el gas natural. Otras estimaciones advierten que durante 2007 la Argentina se convertirá en importadora de petróleo, con las consecuencias imaginables para la economía.
Sin embargo, si el doctor Gustavo Bianchi está en lo cierto, el país podría beneficiarse de cuatro o cinco años de gracia para sus explotaciones petrolíferas: este bioquímico y especialista argentino en materiales desarrolló y está patentando un método para extraer el petróleo que queda en el fondo del pozo cuando los otros sistemas fracasan o resultan poco económicos. Permitiría recuperar entre un 15 y un 20%, o más por pozo.
“Hoy, el 85% del petróleo local se obtiene por extracción secundaria –explica Bianchi–. Como la presión de los yacimientos cayó, es necesario inyectar agua del mismo reservorio para mantenerla y poder seguir extrayendo. Pero cuando se entra en la etapa final del yacimiento, hay que poner en práctica otros métodos (recuperación terciaria), como los que emplean vapor, mezcla de agua y dióxido de carbono, o polímeros. Estos últimos vienen todos del extranjero: de Canadá, Estados Unidos o Francia, y son costosísimos.”
Bianchi y su equipo desarrollaron precisamente un polímero unido a un surfactante (sustancia que reduce la tensión superficial de un líquido, y que sirve como agente humectante o detergente) que resultan más efectivos que los habituales para hacer fluir el petróleo entre los poros de las rocas que conforman la pared del reservorio. Además, por producirse en el país, podrían elaborarse a precios mucho menores que los importados.
Sin embargo, si el doctor Gustavo Bianchi está en lo cierto, el país podría beneficiarse de cuatro o cinco años de gracia para sus explotaciones petrolíferas: este bioquímico y especialista argentino en materiales desarrolló y está patentando un método para extraer el petróleo que queda en el fondo del pozo cuando los otros sistemas fracasan o resultan poco económicos. Permitiría recuperar entre un 15 y un 20%, o más por pozo.
“Hoy, el 85% del petróleo local se obtiene por extracción secundaria –explica Bianchi–. Como la presión de los yacimientos cayó, es necesario inyectar agua del mismo reservorio para mantenerla y poder seguir extrayendo. Pero cuando se entra en la etapa final del yacimiento, hay que poner en práctica otros métodos (recuperación terciaria), como los que emplean vapor, mezcla de agua y dióxido de carbono, o polímeros. Estos últimos vienen todos del extranjero: de Canadá, Estados Unidos o Francia, y son costosísimos.”
Bianchi y su equipo desarrollaron precisamente un polímero unido a un surfactante (sustancia que reduce la tensión superficial de un líquido, y que sirve como agente humectante o detergente) que resultan más efectivos que los habituales para hacer fluir el petróleo entre los poros de las rocas que conforman la pared del reservorio. Además, por producirse en el país, podrían elaborarse a precios mucho menores que los importados.
CONCLUSION:
ESTE MÉTODO ES DE GRAN BENEFICIO PARA EL PAÍS, YA QUE AUMENTARÁ LA EXTRACCIÓN EN MENOS TIEMPO .
EL PETRÓLEO TIENEN UNA GRAN VARIEDAD DE COMPUESTOS, DEL CUAL SE PUDEN OBTENER POR ENCIMA DE 2000 PRODUCTOS Y ESTOS RECIBEN EL NOMBRE DE DERIVADOS Y SE COMPONEN DE DOS TIPOS: COMBUSTIBLES Y PETROQUÍMICOS.
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